Las empresas que tienen como parte de su estrategia de negocio ser socialmente responsable deben construirlo desde el interior, involucrando poco a poco a los colaboradores con esta cultura, hasta llevarla a los sistemas, procesos y todo lo que la compone y, sobre todo, ampliando los criterios de sostenibilidad a sus proveedores.
La cadena de suministro es parte fundamental de la continuidad del negocio y de su rentabilidad, gestionarla adecuadamente es un aspecto crítico para la reducción de riesgos de una empresa, para lograrlo puedes incluir estándares de sostenibilidad para los proveedores, como también exigir con cierta frecuencia que estos cumplan con altos criterios sociales y medioambientales.
Al fortalecer la cadena de suministro para ofrecer productos de mejor calidad, se le agrega valor al producto, a la empresa y a los proveedores, ya que estos se ven impactados al implementar mejores prácticas, impulsando así de manera indirecta al progreso ambiental, económico y social de ambas partes.
La empresa puede apoyar la mejora continua en indicadores sociales y ambientales, realizando una documentación de los procesos de mejora de sus proveedores y ayudándoles a obtener certificaciones que garanticen una mayor calidad y eficiencia. Esto puede hacerse a través de encuestas o solicitándole datos específicos sobre indicadores del impacto ambiental de sus actividades y productos en términos de emisiones de gases de efecto invernadero y de agua, con el fin de establecer reducciones en el marco de su gestión.
La empresa debe tener un código de conducta para proveedores, cerciorándose de contar con proveedores responsables, que cumplan la ley y que operen de manera justa y ética alineada con la estrategia de negocio.
<<Artículo publicado en el periódico elDinero >>