Es una realidad visible que la creación de alianzas intersectoriales promueve el desarrollo sostenible, al combinar el esfuerzo de las organizaciones civiles, entidades gubernamentales y las empresas privadas.
El valor compartido busca conectar a las empresas con el mercado y la comunidad, pero también generar alianzas estratégicas que les permitan desarrollar las capacidades que las harán más competitivas en el tiempo.
Generar alianzas sostenibles implica un gran compromiso por parte de todos los involucrados, teniendo claras sus expectativas y responsabilidades como parte de un equipo de trabajo que persigue un mismo objetivo. Las alianzas requieren quitarle prioridad a las necesidades individuales y estar dispuesto a perseguir un objetivo de beneficio para todos.
Al desarrollar un proyecto con alianzas estratégicas, todos los involucrados deben verse favorecidos de alguna manera por la iniciativa, de esta forma, tendrán una mayor motivación para participar en conjunto, aumentar las probabilidades de éxito y lograr los objetivos de sostenibilidad. Las partes deben ser receptivas al aprendizaje y la enseñanza, creando relaciones horizontales donde cada una juegue un rol importante, respondiendo a una gestión y ejecución eficientes.
El éxito de la alianza está en la coordinación. Es de vital importancia que una persona asuma el rol de supervisar y darle seguimiento a los avances de manera constante, siendo el enlace que permita la participación equitativa de todos, ayudando a unificar ideas para seguir avanzando.
Las alianzas aseguran la sostenibilidad y continuidad de nuestros proyectos, desarrollando vínculos y creando sinergia para compartir conocimiento que potencie el trabajo realizado, convirtiendo nuestras acciones en cambios que trasciendan.
El potencial de la cooperación interinstitucional para generar mayor beneficio y crear valor social es cada vez mayor. La gestión eficiente de estos nuevos vínculos y relaciones será uno de los mayores desafíos para la siguiente generación.
La visión compartida y la unión de esfuerzos hacia un objetivo común entre Gobierno, sector privado y la sociedad civil es sin duda lo que más ayudará a que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas sean cumplidos en el 2030.
<<Artículo publicado en el periódico el elDinero >>